DANOS TRABAJO,
PASTORA
Entre piedras
centenarias
tus milagros se
atesoran
tras la llave de un
sagrario
donde sueñas y te
nombran
aureola de un rebaño
que de tu gracia se
colma.
Humilde sierva de
Dios,
Soberana protectora
del redil de nuestras
almas
imperfectas,
pecadoras,
luz y guía de un
camino
que nos conduce a la
gloria.
Tú que eres pronto
consuelo,
en las sombras
siempre aurora;
tú que velas los
enfermos
y por todos te
deshojas
siendo flor entre las
flores
y mística entre las
rosas,
acoge, pues, la plegaria
de estos hijos que te
imploran.
Danos fuerza y
esperanza,
fe, salud y honra…, y
ahora
que más lo
necesitamos
danos trabajo,
Pastora,
y así lograr ese pan
que llevarnos a la
boca
Esta es mi súplica y
ruego.,
de Dios, Divina
Pastora.
AMÉN
No hay comentarios:
Publicar un comentario